Neuromielitis Óptica: La Historia de Sara

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Sara es una madre con más de 35 años, que debido a una infección, contrajo Neuromielitis Óptica. Según la Cínica Mayo, la Neuromielitis Óptica es una enfermedad “que se presenta cuando el sistema inmunitario del organismo reacciona contra sus propias células del sistema nervioso central, principalmente en los nervios ópticos y la médula espinal, aunque a veces también en el cerebro”.

A raíz de la enfermedad, Sara tuvo una parálisis general.  Perdió la capacidad para caminar, soportar su tronco, abrir y cerrar las manos y muchas otras funciones básicas del cuerpo.  En consecuencia, tuvo una  gran disminución de masa muscular, porque si una persona no se mueve, ya sea por decisión propia o por una condición, pierde masa muscular.

Sara llegó a mi consulta para resolver la pérdida de masa muscular.  Recuerdo el momento en que la vi, lo que más llamó mi atención fueron sus manos, se podía ver la posición de sus huesos fácilmente a través de sus palmas, sus piernas eran muy delgadas y se le marcaban los huesos de la cadera sentada en su silla de ruedas. Curiosamente, al evaluar su peso estaba dentro de lo normal, pero su porcentaje de masa muscular era muy bajo. Era obvio que la terapia física no iba a avanzar si su masa muscular no se recuperaba.

Tenía que ser realista, aunque quería alimentarla muy bien para que pudiera aprovechar al 100% la terapia física, las terapias nutricionales funcionan a mediano y largo plazo.  Mi objetivo se centró en alcanzar una alimentación que la hiciera ganar masa muscular y acompañara la terapia física que estaba realizando.

Iniciamos con un plan de alimentación antiinflamatorio que también le ayudara a aumentar la masa muscular.  Como era de esperarse, tuvimos  que modificar varias veces el plan por distintas situaciones que se fueron presentando en el camino, desde pérdidas mayores de peso por falta de dinero para la suplementación y la alimentación que necesitaba, hasta nuevos problemas de salud como úlceras por presión.

Ya llevamos 2 años desde la primera vez que la atendí y ambas estamos muy contentas con los resultados. Sara sostiene su tronco por si sola, se puede voltear hacia un lado, ha logrado recuperar masa muscular en sus manos, lo que le ha permitido abrirlas y cerrarlas, y también mueve los brazos. Está notoriamente más fuerte y su pronóstico es muy bueno.

Generalmente, el tratamiento de enfermedades es un trabajo en equipo, en el que varios profesionales de la salud intervenimos para lograr el mejor resultado.   En el caso de Sara, la buena alimentación es un componente importante en su recuperación, pero no el único.   Si sigue así, continuará avanzando en recuperar su capacidad física.

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